martes, 1 de noviembre de 2016

RITUAL PARA DEJAR PARTIR A LOS NIÑOS NO NACIDOS O QUE MURIERON TEMPRANO

Varias mujeres y también hombres han hecho este ritual y otro similares con el mismo fin y esto ha ayudado que tanto vivos y muertos tomemos nuestro destino, nuestro camino. Muchas veces el dolor es tan grande que se quiere olvidar y se entierra en el silencio y el secreto, sin embargo no por ello viene la sanación. Más al contrario, la oscuridad y el dolor crecen y toman también a otros integrantes del alma familiar. Por ello al hacer este ritual, liberamos también del dolor a toda nuestra familia y procesamos también el duelo de pareja. 

Todos estos niños tienen una madre y un padre, un niño hijo es mitad y mitad. Por ello mediante este ritual también se trabajan los sentimientos congelados en la pareja. Tendemos las mujeres a hegemonizar las emociones y la posesión sobre el hijo, y al hacerlo le negamos al hombre a sentir dolor, pena, a poder elegir y procesar su propio duelo. Por ello a diferencia de varios rituales en los que se trabaja la conexión con el niño, este ritual comienza con mirar al padre, así no lo conozcan o no sepan quién es el padre de este niñ@

También es importante reconocer en qué fase del proceso de duelo estás. Si es que tu perdida tiene tal vez 30 años pero recién estás empezando a recordar y a querer mirarlo, pues entonces estás al inicio del proceso. Si tu perdida es reciente no debes forzarte a completar todas las fases del ritual, o a despedir muy pronto al niño, todo tiene su tiempo y los procesos emocionales deben hacerse con calma y desde el corazón, donde no hay una fórmula establecida para todas y todos.

Encontrarte con tu hija o hijo te remontará a encontrarte con los sentimientos que ene este momento te invadieron, muchas veces elaboramos pensamientos y sentimientos que en realidad nos alejan de aquel sentimiento primario que es el dolor, por ejemplo la culpa en el caso de algunos abortos deseados y también en perdidas cuando el bebé se ha desarrollado ya, culpa asociada con que nuestro cuerpo no ha sido lo suficientemente bueno, o que no hemos hecho lo correcto para que el niño o la niña pudieran vivir, creyendo que la responsabilidad de su vida es nuestra.

Por eso es importante estar desde la humildad, desde el respeto a tu destino y al del bebé, de la aceptación de la fuerza más grande que es la que guía nuestra vida y en amor a nuestro sistema familiar y a la energía que traemos que nos conecta a la muerte.

Por último y antes de entrar al ritual en si, es importante el orden en el que vas a hacer el ritual. El orden de refiere a que si vas a trabajar con tus hijos debes hacerlo primero con el hijo mayor, el primero que ha sido fecundado y luego en un ritual posterior podrás hacer el trabajo con el siguiente. Es importante respetar este orden para que el sistema familiar esté en paz.


Lo realizaremos de manera colectiva el día miércoles 2 de noviembre, de manera de elevar la vibración y la luz para estos seres que se encuentran en proceso de ascención.




Cada experiencia ha sido única, pero todas tienen algo parecido. Hay un dolor guardado muy profundamente que muchas veces está mezclado con culpa y frustración. Mediante este ritual nos adentramos a esa parte para mirarla, aceptarla y soltarla. Cuando soltamos la culpa podemos empezar a sentir amor y es el amor el que limpia y libera las ataduras del corazón.

Este ritual podrías hacerlo las veces que tu sintieses, ya que no siempre una sesión es suficiente. Nuestra alma está conectada con un montón de registros, memorias que se van limpiando de a poquito. En cada oportunidad irás trabajando un poco más profundo.

En caso de que tengas más de un hijo o hija, te recomiendo trabajar uno a la vez, empezando siempre por el primero en el tiempo, es decir el que vino a tu destino en primer lugar.

En este video también te explico detenida cada etapa del ritual y cómo hacerlo.

https://www.youtube.com/watch?v=7tEVNwl6-Sc










QUÉ TRABAJAMOS MEDIANTE ESTE RITUAL

Mediante el ritual trabajamos principalmente tres aspectos que se mueven durante una experiencia de pérdida, aborto o muerte temprana de un niño o niña:

. La relación con la pareja. Muchas veces la relación también pasa un proceso de duelo que nos cuesta reconocer. Cada uno tiene sus propios dolores, sufrimientos, culpas que no se pueden expresar. En un aborto provocado, al ser este niño el fruto del amor en la relación, de alguna manera se mata el amor y conlleva un peso más. Esta complejidad de emociones se trabaja en esta etapa.

. La conexión con el niño o niña. Luego que se trabaja la pareja ahí recién pude verse a este niño o niña. El amor que tenemos para darle debe ser expresado, así también la decisión no tenerlo si es que así hubiera sucedido. En este proceso se hace la conexión con este Ser mediante un almohadón que lo representa y se le entrega el amor que estaba guardado en ti para él o ella. Muchas veces luego de la pérdida voluntaria o no de nuestros hijos, desarrollamos quistes en el ovario que es una manera de seguirlos reteniendo dentro nuestro.

. Por último, y una vez que hemos entregado el amor y expresado todo lo que teníamos guardado, entonces damos permiso para que nuestro hijo o hija pueda mirar su destino de luz y encaminarse hacia él. Ahí entonces llamamos a sus Ángeles de la Guarda y a ancestros y seres queridos que ya murieron para entregárselos y confiar en que ahora ellos los cuidarán. Agradecemos por todas las experiencias de aprendizaje y los soltamos. También nosotras nos debemos dar la vuelta para mirar nuestros presente, los hijos que si están vivos, etc. Volver de esa muerte donde nos encontrábamos y decirle si a la vida. Ese es un proceso progresivo.

Puedes hacer el ritual de a poco y parar la grabación que te facilitamos donde necesites quedarte un poquito más.



ANTES DEL RITUAL

Necesitas: papel y lápiz, una vela blanca, incienso o música si deseas poner, un cristal y un vaso de agua

. Hacer respiraciones profundas, sintiendo que te vas conectando con tu centro. Si conoces alguna meditación para limpiar tu energía la puedes realizar, o simplemente escuchar una música tranquila, estar en paz. 

. Cuando hayas alcanzado un estado de relajación prendes una vela blanca y simplemente te sientas a mirar esa llama. Siente que haces contacto con tu bebe y empiezas a escribir todo lo que vayas sintiendo. Puedes también dibujar, puedes por ejemplo recibir su nombre. Puedes también reconocer los sentimientos que te embargan.

Puedes hacer lo mismo con el papá del bebé, poner su nombre en una hoja y empezar a sacar los sentimientos que tenías guardados.

. Este ejercicio es para reconocer los sentimientos que tienes, aun no los trabajaremos, pero al reconocemos será más fácil trabajarlos más adelante. Por ello escribe todo lo que venga a tu mente y tu corazón. 

. Cuando sientas que has visto lo que tenías que ver, y hayas escrito lo suficiente, entonces es momento de cerrar el ejercicio. Lo haces agradeciendo a este niño y a las energías de luz que te han guiado, apagas la vela y pones el cristal en agua. Ahí debe permanecer un día completo, 24 horas o el tiempo que tu sientas apropiado. Luego hechas el agua a una plantita y guardas el cristal en un lugar especial para ti para que se vaya cargando de mucho amor.

Este cristal lo usarás en el ritual y al final será enterrado, como símbolo de tu niño o niña.



Vas a necesitar:
. El cristal
. Una alnohada o almohadón
. Una velita por cada niño que desees incluir (así no vayas a hacer el trabajo específico con él o ella)
. Armar un altar con cosas que a esa niña o niño podría disfrutar como juguetes, chupetes, ropita, o algo simbólico.


Te dejo la visualización guiada para que puedas hacerla sóla o acompañada: