domingo, 9 de julio de 2017

Mantenernos en nuestro centro interno a pesar de las exigencias del mundo exterior


Encontrar tu centro interior es como encontrar tu voz propia, por más que admires a cantantes y artistas y hasta envidies sus talentos, si te animas a explorar tus propios sonidos encontrarás sin duda ese timbre, ese tono, esa expresión que de los miles de millones de humanos y humanas que vivimos en este mundo, sólo tú puedes emitir.

El centro interior funciona además como una especie de centro gravitacional espiritual que todos y todas tenemos por igual, no es un don ni un producto que podamos comprar. Zambullirse y bucear en nuestro universo es un derecho humano universal.



                                         

A veces las expectativas que tenemos sobre nosotras mismas funcionan como una resistencia que impide que profundicemos en nosotras. Imagina que te propusiste una meta de éxito para ti misma, que te presionas siguiendo una fórmula y un calendario para lograrla y cuando adentras en tus profundidades descubres que esas metas no tienen nada que ver con tu propósito en esta vida y la rigurosidad con el que te obsesionaste en realidad no permite que expreses tu propia voz, creando más bien insatisfacción y desencanto.

Por ello un requisito previo para despertar tu centro de poder, será el limpiar la mente y el corazón de toda expectativa, de toda exigencia y de la ansiedad de ganar, aterrizando así en el presente, recordando que tenemos tiempo, que somos cíclicas y que podemos contar con la ayuda de los demás. El camino hacia el centro interior es simple pero para quienes reprimen sus emociones bloqueando su corazón, se hace muy largo.

¿Puedes realmente mirarte desnuda y sin maquillaje frente al espejo y reconocerte?

Mi centro interior es entonces mi centro de poder, cuando llego a él me recibe con una cálida bienvenida, me presenta a mi maravilloso destino, me baña de mi luz y brillo propio, me entrega la visión clara sobre mi misión en este momento y activa mi poder de autosanación. Cuando tomo contacto con este centro, tomo aire y deja de importarme tanto la mirada de los demás y me animo a cantar mi propia canción.

Recuerda que sólo quien haya conocido su propia verdad podrá ayudar a otros a descubrir la suya. La humildad, el tiempo y el autoamor son los atributos indispensables para hacer este viaje interior.


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