martes, 7 de marzo de 2017

REFLEXIONES UTERINAS

Durante el 2016 he tenido la bendición de viajar por varias ciudades llevando este trabajo hermoso: Las Constelaciones de la Útera. Aquí comparto eso que he aprendido de ella, porque la útera cuando escuchas, te habla.



Comienzo por aclarar que llamaré Útera no para referirme al aparato reproductor femenino, sino más bien a una especie de energía profunda en el vientre de las mujeres (de toda edad), que nos lleva a conectarnos con la memoria ancestral de las mujeres.


Cuando constelamos la útera nos entregamos a una dimensión profunda, donde encontramos heridas, traumas del ser mujer: abusos sexuales, maternidad obligada, maternidad castrada, miedos y máscaras de poder. Cuando dejamos que esa energía se sane ella se transforma en una fuerza poderosa de amor. La útera no alberga sólo heridas sino mucho amor. De las úteras nacemos todos los seres humanos, por eso los hombres están de alguna manera presentes en sus memorias.
En la útera reside una fuerza, un motor impresionante que muchas veces no comprendemos -o lo que es más común-  estamos desconectadas de ella. Esa fuerza permite que nosotras hagamos lo nuestro, creemos nuestros hijos del corazón. Va más allá de la función reproductora y por ello la Útera nunca está quieta. Tiene ciclos. Por ejemplo cuando una mujer todavía está desde su "niña", es decir que emocionalmente no ha crecido, esta Útera estará dormida, o tal vez identificada con alguna ancestral lejana.


A la útera le gusta la actividad y por ello cuando no está ayudando y conectando con procesos propios en el presente, fluye en esa información genética y se empieza a identificar con ella, las ancestras y con sus heridas. Nuestra útera mira por aquellas y aquellos que no pudieron mirar, hace los duelos cuando nuestras madres y abuelas no lo hicieron. Es como que en la útera nos perdemos, porque hay mucha información. Ser una Útera es sumamente complejo.


Taller Constelaciones de la Útera Barcelona. foto: María Gabriela Angueira

La Útera sin embargo no trabaja sola, ya que a la vez que es activa, necesita descansar, renovar su energía y por ello necesita sentirse sostenida. La útera, así como las mujeres, necesita parar. Es el contacto y conexión con su corazón lo que le se permitirá soltar los pesos, encontrarse con sus propios tiempos, permitirse volver a sentirse pequeña, sentirse amada lo suficiente como admitir su debilidad. El corazón se convierte en refugio y compañero de la Útera cuando nos permitimos dejar que ese amor y esa energía que tenemos proyectada en la protección y cuidado de otros, se vuelque a nosotras mismas. Una magia profunda se da, el matrimonio cósmico. Esa unión sostiene la fortaleza para que el lama encuentre su destino.


Durante estos talleres hemos constelado la trinidad: Útera- Corazón- Alma y estas son algunas reflexiones que vinieron luego de esas vivencias:

Taller Constelaciones de la Útera en Gran Canaria. Foto: Carmen Ramos.



Reflexiones uterinas I
Sobre el dar de las madres.

Muchas veces las madres dan de más.
Así sus hijos sean adult@s, les dan dinero, comida, casa
y hasta cuidan a los hijos de sus hij@s,
se preocupan mucho por ellos en exceso, convirtiendo la vida de sus hijos
en su fuente de preocupación y ocupación.
El dar permanente y excesivo puede representar que
hay algo básico que esa madre no dio, tal vez no dio el primer contacto físico con el hijo o hija, tal vez no pudo dar la seguridad emocional y la seguridad que ella misma no ha recibido de su propia madre.
El movimiento que sana es cuando esa madre mira a su propia madre.
Ahí algo sana y se recupera y esta madre puede mirar a sus hijos y darles a sus hijos eso que estaba bloqueado, acercar los hijos a su pecho, proveerles del alimento emocional que antes no se pudo dar, respirarlos en silencio y poco a poco irlos conociendo, reconociendo. Quienes son ellos? qué necesitan? qué tengo yo para ellos y qué no?.
Ahí la madre puede permitirse dar lo que tiene para su hij@.

Sólo después de ese proceso puede la madre mirar a sus hij@s como adultos
y decirles desde el fondo de su corazón:

"Todo lo que te tenía para ti te lo di, haz con ello lo que tu veas conveniente, porque eres un adult@"
Ahí recién los hij@s tienen permiso para vivir sus vidas.... 



Reflexiones uterinas II
Cuando sabes que vas sanando la relación con tu madre.

Cuando tu mirada hacia ella es amorosa, con agradecimiento 
y te dan muchas ganas de que te abrace y te cuide.


Cuando la aceptas como es y dejaste de criticarla. 

Cuando tomas sus palabras como consejos y no como juicios.



Cuando te sientes más pequeña ante ella y 
confías en que ella te puede ayudar.

Cuando respetas las decisiones que toma para su vida y sus relaciones.
Cuando miras su pasado y puedes ver cómo a pesar de ello, pudo darte tanto.

Cuando respetas la relación que tiene con tu padre, 
sin interferir y sin querer cambiarla.

Cuando te sientes orgullosa de lo que heredaste de ella
Cuando te das cuenta que lo que no te pudo dar, es algo que puedes empezar 
a dártelo tu misma y la liberas de la exigencia de ser 
la super madre para ti.

Cuando puedes mirar la maternidad de otras mujeres con amor 
y ver que cada una da lo mejor de si a su manera.

Cuando te sientes viva y con muchas ganas de dar amor al mundo y hacer tu propia familia.
Gracias Mamá!

Taller Constelaciones de la Útera Játiva



Reflexiones uterinas III
Sobre las mujeres que se pierden a si mismas.

Cuando en muchas generaciones atrás las mujeres sólo supieron vivir para complacer a sus maridos e hijos, la consecuencia es que sus descendientes mujeres tienen desconexión con ellas mismas. Ya no saben quienes son, qué les gusta o cómo complacerse, no saben estar solas ni visualizar su futuro sin un hombre, hijos o nietos. 

Lo que sana en este caso es dedicar tiempo y energía a conocernos, tener una relación con nosotras mismas, dedicarnos las canciones, cocinar para nosotras, enamorarnos de quienes vamos descubriendo que somos. 


Reflexiones uterinas IV
Sobre el pedir de los hijos.


Cuando somos pequeños, los hijos recibimos la atención, el cuidado y 
la manutención de los padres, esto tiene un tiempo y un ciclo. 
Luego nos toca a nosotr@s empezar a darnos y e ir probándonos en la vida.
Sin embargo hay hij@s que se quedan a pedir, 
aún cuando tienen sus propios hijos hacen que sus padres cuiden de ellos, 
siguen pidiendo cosas materiales,
piden que los padres y madres cambien, 
y no respetan la individualidad de sus padres.
Hay también hijos e hijas arrogantes, 
que se quedan en la queja de lo que los padres no pudieron darles 
y así se excusan en ello para no tener una vida plena y hacerse cargo de su propia sanación.
Cuan sanador es en cambio, 
poder mirar a nuestra madre y nuestro padre como human@s, 
con sus propias heridas, con sus propias faltas, 
con sus propias elecciones y aprendizajes. 

Cuando podemos hacerlo estamos definitivamente cerrando un ciclo, 
el de la "hijez" por así decirlo, para empezar el de la adultez, 
así nuestros padres serán siempre los grandes y nosotros los pequeños. 
Puedo mirarlos y deciles: " Gracias por todo lo que me dieron, para mi es suficiente, lo que me faltó yo lo encuentro en mi, yo hoy me retiro a hacer mi vida y dejo que ustedes sigan con la suya"

Así puedo recordar en mi corazón que padres e hijos se eligen para vivir una experiencia de crecimiento, y que a pesar de lo difícil que haya sido, 
gracias a nuestros padres estamos vivos y ese es el único requisito 
para cumplir nuestros sueños y nuestro destino




Reflexiones uterinas V
Sobre la víctima

Cambiar la imagen interna que tenemos sobre quienes somos y nuestras limitaciones es un gran desafío para nuestra transcendencia. Históricamente las mujeres hemos ocupado el lugar de víctimas dentro del equilibrio-desequilibrio y nos cuesta muchísimo salir de ella. A veces hacemos un gran trabajo de sanación y no lo podemos tomar, seguimos buscando un motivo o una culpa para no estar integradas, para no declararnos sanas. La sanación llega más allá de la técnica o el taller que asistas, no sirve de nada hacer muchos cursos pero no abrir el corazón a su sanación. Así vemos muchas úteras estresadas porque tienen que hacer mucho trabajo, pero un corazón abandonado, o un alma desconectada. La sanación es siempre integral, mirar cada parte y darle su lugar.

Constelaciones de la Tierra, Cochabamba- Bolivia 



Reflexiones uterinas VI
Cuando la mente toma el lugar del corazón

¿Qué es lo que sana?
O más bien dicho ¿qué es lo que nos apertura a la sanación?
Al parecer es el corazón, abrirnos a sentir, permitirnos sentir todo, también el dolor, la alegría, la tristeza, el enojo, la felicidad.
Cada emoción es tan importante de sentirla, pero a veces nos hemos desconectado tanto que cerramos el corazón y andamos en automático.

Es entonces donde la mente empieza a ocupar el lugar del corazón y en lugar de por ejemplo sentir la soledad nos ocupamos de interpretarla, queremos encontrar respuestas a todo y mientras más elaboradas sean mejor, compramos libros, esperamos las grandes palabras de los maestros. Estas repuestas podrían ser un bálsamo para la mente momentáneamente porque nos dan la sensación que al fin tenemos el control de lo que nos pasa, al saber de dónde viene o porqué estos síntomas están presentes en mi cuerpo y alma.
Pero para la sanación toda esa construcción metal es simplemente una barrera para conectar con lo escencial, el sentir del corazón.
Cuando me permito sentir, mi corazón se descarga y mi alma encuentra su lugar, así ningún órgano tiene que cargar nada que no le pertenezca.
Sentir y fluir, que ante un corazón sano y despierto la sanación encuentra su cauce.


Reflexiones uterinas VII
Cuándo dejar de mirar a la Útera

Llega el momento en donde es necesario emanciparse de la búsqueda de la sanación,
de dejar de mirar a las ancestras y de dejar de tomar sus heridas o sus bloqueos como nuestros
y más bien agradecerles para integrarlas y mirar hacia adelante.

Vivimos en un tiempo de infinitas posibilidades y si sólo miramos al pasado familiar y nos obsesionamos por sanarlo, no podemos crecer y tomar el futuro. Somos libres de crear un nuevo mundo,
de gestarnos y amarnos, de mirar también nuestro corazón, de dar alegría a nuestra alma.
Eso sólo es posible si nos hacemos cargo del hoy.

Es ya tiempo de hacernos cargo de quienes en realidad somos, hacernos cargo de nuestra fuerza, misión y destino. Ya no es posible echarle la culpa a alguien más o postergar el cambio. Hay que dejar la comodidad de sufrir porque las cosas no son como queremos. Es tiempo de hacer un servicio mayor, para evolucionar como humanidad, entonces necesitamos dejarnos de ver como el «otro», o vernos desde lo que nos «falta». La tierra necesita que soltemos nuestro ego y apego y nos pongamos a su servicio. Elije hoy y ahora ya no hay tiempo!


Taller Constelaciones de la Útera Córdoba- Argentina


Reflexiones uterinas VIII
Las mujeres como Tierritas

Las mujeres somos como pequeñas Tierras, pequeñas réplicas del planeta Tierra.
Nosotras somos más pequeñas que ella, somos sus hijas pero sentimos como ella,
pasamos de estados de profunda fertilidad y abundancia
a estados de dolor profundo y enojo.

Las mujeres estamos bien conectadas con el dolor de la tierra porque
nosotras sufrimos las mismas violaciones y abusos en nuestros cuerpos.
Todo el sistema patriarcal que reproducimos las mismas mujeres está basado en la conquista de la naturaleza, la doblegación de la misma para fines tecnológicos y de supuesta "sobreviviencia humana" así como la feminidad sagrada está siendo erradicada.

La desconexión madre-hijos que vemos diariamente es muy dolorosa, el sexo ha perdido su sacralidad, las mujeres están al servicio del consumo, siendo las primeras consumidoras y dejando que su cuerpo que es su templo sea tomado por estereotipos, marcas y deseos ajenos.

Las mujeres sufrimos como sufre la tierra, pero no siempre estamos conectadas con ese dolor,
siempre hay paleativos y se inventan muchas drogas sintéticas y tecnológicas para no mirar.
Pues mirar duele, claro que si pero al mirarse, el dolor se libera.

Mujeres gritemos, como lo está haciendo la tierra,
soltemos el dolor y el peso que cargamos
y así la tierra se libera un poco,
recordemos ser humildes como nuestras ancestras lo hacían al principio de los tiempos
cuando vivían en armonía con la naturaleza.

La Tierra está viva, es un Ser y es más grande que todos nosotros,
no podemos sanarla pero si podemos liberar nosotros nuestros pesos,
podemos acercarnos a ella sin intención, y con profundo amor.

La tierra está también cansada de tantos rituales y ofendas para fines personales,
niños sacrificados, fertilidad sacrificada para conseguir más "cosas", "metas" personales,
que llenenen ese vacío que deja la desconexión.

Para la tierra no hay mío ni tuyo, la tierra es nuestro hogar, de todos por igual, todos y todas somos sus hijos y es momento de recordarlo.

Lo siento, perdóname, gracias, te amo.
Amada madre, me pongo a tu servicio,
te honro honrándome y siendo yo misma
la mujer sagrada que vive en armonía contigo.
Te ofrendo mi sangre sagrada,
te ofrendo mi primera cosecha,
sólo para recordar que tu eres la grande
y nosotras las pequeñas,
que tu das y nosotros cuidamos de ello.
Amada madre, perdónanos por habernos creído tan grandes,
por haberte invadido con nuestra tecnología
por haber violado tu selva virgen,
por haber matado a tus otros hijos pájaros,
ballenas, plantas, humanos, todos los seres
que con tu divina fertilidad brotan a cada instante.
Amada madre yo sólo puedo honrarte en mis actos,
porque tu no escuchas sólo palabras,
tu puedes ver mi corazón en mis actos.
Amada madre, me pongo a tu servicio
recuperando la sagrada mujer que soy porque
tu eres la sagrada madre de donde todos venimos.
Cuido mi cuerpo, me pongo al servicio de la vida
Soy guardiana de montañas y ríos,
te sirvo y con ello fluyo y confío en tu abundancia.
Oh madre amada, tanto te hemos olvidado,
tanto te hemos buscado en otros lugares.
Eres la Diosa de la que hablan las antiguas religiones
pero estás aquí más cerca que nunca,
cada paso que damos nos sostienes,
en cada alimento que ingerimos se prologa nuestra vida,
la vida es sólo posible gracias a ti.
Te amo, te bendigo madre linda y te cuido,
transformo mi vida para ponerme a tu servicio y con ello a la sobrevivencia de este planeta.
Yo creo y confío. Tú limpias, tú sanas, yo te sigo.


Constelaciones de la Tierra. Fotografía Nona Martínez


NUEVAS FECHAS 
TALLERES DE CONSTELACIONES DE LA ÚTERA 2017

Las Nuevas Constelaciones de la Útera invita a hombres a participar en estos círculos sagrados. La energía y presencia del hombre ayuda a hombres y mujeres a ampliar la mirada y corazón sobre la aparente dualidad. Los hombres pueden ayudarnos a sanar al hacer contacto con las heridas que sufren y las que dejan en las mujeres.


Uruguay
9/5 Montevideo de 17:00 a 22:00 Constelaciones de la Útera. Organiza: Naty Cervántes
10/05 Piriápolis  de 17:00 a 22:00 Constelaciones del Corazón. Organiza: Naty Cervántes

Argentina
13/05 Buenos Aires- Tigre  de 10:00 a 18:00  Constelaciones de la Útera. Organiza: Raquel López Díz  (Espacio Uteral)
14/05 Buenos Aires- Tigre  de 10:00 a 18:00  Constelaciones del Corazón  Organiza: Raquel López Díz  (Espacio Uteral) uteralinfo@gmail.com. Telf: 11 6967 3141


19 y 20/05 Rosario. Entrenamiento para acompañar procesos de duelo prenatal mediante el ritual "Dejar Partir, parir luz" Viernes 19 de 17:00 a 21:00 y sábado 20 de 10:00 a 18:00. Organiza Cintia Retamozo (Ruca Ekún)
21/05 Rosario. de 10:00 a 18:00  Constelaciones de la Útera. Organiza Cintia Retamozo (Ruca Ekún)
Contacto: (0341)153034461

Chile
Del 26 al 28 de mayo. El Cajón del Maipo. Modalidad Retiro: Constelaciones de la útera y del corazón. Organiza Clara Gutiérrez Novoa (Renace femenino masculino)
Info: renacefemenino@gmail.com

10/06 Valdivia de 10:00 a 18:00 Constelaciones de la Útera. Organiza Ángela Niebles
11/06 Valdivia  de 10:00 a 18:00 Constelaciones del Corazón.  Organiza Ángela Niebles


Para más informes puedes escribirme a: efectohumana@gmail.com